Si tus hijos quieren probar cosas nuevas, y sientes que cada intento de hacerles probar cosas nuevas es una lucha en la que siempre pierdes, ha llegado el momento de cambiar de estrategia.
A continuación te propongo alguna cosas que puedes hacer para que tus hijos tengan interés por probar nuevos alimentos y a la vez su dieta sea más nutritiva y completa:
A los niños les gusta ser protagonistas, invítales a participar yendo a comprar contigo al supermercado, carnicería, frutería y déjales elegir algo que nunca hayan probado. Cocinar contigo lo que ellos han comprado, les hará estar más predispuestos a comer eso mismo luego. Pueden colaborar en el lavado de las frutas y verduras, romper las hojas de espinacas, echar los ingredientes a la cazuela y remover bajo tu supervisión de vez en cuando…
Otra cosa que funciona muy bien es hacer que ellos sirvan la comida en los platos. La comida tendrá mejor aceptación si el plato se ve divertido.
Prueba a dibujar caras con la comida utilizando los mismos alimentos. ¿Quién se puede resistir a una sonrisa de plátano (medio cortado a lo largo), ojos de naranja (dos rodajas con miel les encantará), orejas de mandarina (dos gajos) y pelo de sirope de chocolate? Pruébalo, se lo pasarán muy bien preparando esta merienda y además se la comerán entera.
Si tus hijos rechazan probar un alimento, no cometas el error de desterrarlo por completo del repertorio de alimentos dentro de su alimentación. No te desesperes en el primer intento, es necesario intentar hasta 12 o 15 veces un alimento nuevo antes de darse por vencido, y no tiene que ser todos los días, sino dejar pasar algunas semanas entre los intentos.
Los gustos van cambiando, las preferencias se modifican. Para que los niños prueben algo nuevo se necesita constancia, dedicación y un poco de creatividad.
Anímate!