Es curioso saber que ya antes de nacer, los bebés ya reciben estimulación que puede provocarles un estado de felicidad, no es que sólo reciban los inputs, si no que pueden afectar a su estado anímico.
Voy a contaros algunas de las señales con las que podemos hacer más felices a nuestros hijos en el vientre.
El ejercicio físico. No es que sólo te vaya a hacer sentir mejor a ti (por la famosa liberación de feromonas, hormonas del bienestar y placer), sino que también se las vas a poder pasar a tu bebé a través de la placenta, por lo que él también se sentirá feliz. Además si tu haces un ejercicio (sin ser muy fuerte) balancearás y moverás al bebé, que será como un masaje para él.
Tocarse la barriga. Haciendo eso, te vincularás con tu bebé, y él lo va a sentir y empezará a responder.
Endúlzate. Cuando tomamos algo dulce, el líquido amniótico se va a impregnar del dulzor y lo va a transmitir al bebé. Así que ese momento goloso ahora lo podremos compartir, y no nos sentiremos tan mal
Hablarle y decirle cosas bonitas. Él ya es capaz de diferenciar los tonos de voz. Si les hablamos en tono cariñoso y tranquilo, su ritmo cardíaco se ralentizará, lo que demuestra su tranquilidad.