La autoestima es una capacidad clave para desarrollar una buena salud mental en todas las etapas de nuestra vida. Es el «quererse» a sí mismo, fundamental para la independencia y autoeficacia, para proponernos nuestros objetivos y lograrlos.
Los padres tenemos mucho que ver en esta variable, y por lo menos en los primeros años de sus vidas, seremos un elemento clave en el desarrollo de la misma. Aquí proponemos diez pautas, evidentemente modificables según cada niño y cada momento, pero pueden servir de ligera ayuda:
- Él tiene que saber que tú crees en él. Házselo saber en todo momento
- El amor y el cariño son fundamentales, sobre todo en los momentos difíciles
- Refuérzale cuando haga algo positivo (evidentemente no siempre que haga cualquier cosa, estaremos cayendo en un grave error).
- No critiques al niño directamente, sino a su conducta (esto es aplicable también a los adultos).
- No le metamos demasiada presión con la perfección, cada niño tiene su ritmo.
- Fija objetivos alcanzables y a corto plazo (si tu hijo juega al tenis, no pretendas que sea Rafael Nadal de la noche a la mañana)
- Evita las comparaciones (son odiosas)
- Si comete errores y optamos por el castigo, siempre le daremos una explicación entendible para su edad.
- Cuidado con los mensajes de otras personas que les llegan de fuera, intentemos estar atentos.
- Por encima de todo, darle valor como persona.