Para muchas madres y padres el llanto de su bebé o bebés puede suponerles una angustiosa sensación. Si el pequeño resulta ser algo llorón, los padres pueden llegar a ponerse muy nerviosos. De hecho, un estuio demostró que las madres pueden llegar a sentirse ansiosas, deprimidas e incluso con poca autoestima cuando sus bebés lloran. Sin embargo, el llanto es más bien una forma de expresión del pequeño.
Si tenemos claro que los bebés lloran para comunicarse, seguramente nos resultará más sencillo aceptar su llanto, que a veces llega a ser muy prolongado y nos provoca fuertes sentimientos.
Los expertos aseguran, también, que los bebés utilizan el llanto para liberar estrés o dolor emocional. Por tanto, conviene responder de forma cariñosa a su llanto, acompañarles y en ningún caso ignorarles.
Conviene respirar hondo, tomárselo con calma e intentar averiguar la causa del llanto. Mientras están llorando, es importante coger a los niños con suavidad, intentando no transmitirles nuestro nerviosismo o frustración, sobre todo cuando no sabemos por qué lloran tanto.
No debemos interpretar su llanto como una forma de fastidiarnos a los padres, sino como un «lenguaje» para expresar un dolor físico o una tristeza. Al no poder hablar, lo expresan llorando, por eso se recomienda abordar el llanto con la mayor dulzura posible.