Cambios estéticos producidos por el embarazo

El embarazo provoca grandes cambios en nuestro cuerpo. Hay algunas cosas que volverán a su ser después del parto pero hay otros cambios que nos acompañarán para siempre. En fin, nada que no valga la pena. La gran experiencia de ser madres bien vale algunos sacrificios.

Creo que lo de que el útero crece y crece sin parar ya lo sabemos todas, pero el cuerpo de la madre sufre muchos más cambios que puede que no te hayas ni parado a pensar.  El abdomen materno se estira y como consecuencia de ello, en la piel aparecen las famosas estrías. Estas son para muchas la marca indiscutible que queda para siempre como prueba de que nuestro cuerpo ha pasado por un embarazo.

Este cambio de volumen uterino trae, además, otras consecuencias como por ejemplo que el aumento de la presión dentro del abdomen origine la pérdida de algunas gotitas de orina al hacer un esfuerzo, a veces tan simple como estornudar o reírse. Por supuesto, no te tienes que avergonzar, vaya tontería. Es natural. Si es algo frecuente, utiliza compresas pero no hagas que esto sea un problema. A mí esto me hace mucha gracia, porque es algo totalmente incontrolable.

Recuerdo divertida una ocasión en la que me quedé de pie en medio de una tienda en el centro porque una amiga me hizo reír y de repente, me quedé ahí clavada y cruzada de piernas que ni para adelante ni para atrás y eso aún me hacía más gracia y aunque me empezó a entrar un poco de angustia por la situación… ¡qué se le va a hacer!

El aumento de la presión abdominal también es responsable de la compresión de las venas que, provenientes de las piernas, se dirigen al corazón. Dichas venas, al ver obstaculizado su retorno, en ocasiones, expresan su queja dilatándose: aparecen así las consabidas varices. Te recomiendo masajear tus piernas con frecuencia, sobre todo antes de ir a dormir para tenerlas relajadas y evitar los «calambres».

Ten en cuenta también que tu abdomen aumenta de volumen y por lo tanto para mantener el equilibrio y no caerse hacia adelante, tu columna vertebral se ve forzada a aumentar su curvatura inclinándote hacia atrás. Esta es la causa de los “clásicos dolores de cintura”.

Pero vamos, que no te desanime nada de esto. Estar embarazada es la mejor experiencia de tu vida, te lo aseguro. Piensa que todos estos cambios que sufrimos son producto del milagro de la vida y tu bebé todo lo vale.

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