En general, se oyen muchas cosas sobre el aumento de peso durante el embarazo pero, ¡que no cunda el pánico! Para aclarar las ideas, a continuación se muestran algunas nociones fundamentales para buen el aumento de peso durante el embarazo.
¡No hay que comer por dos durante el embarazo! Tu apetito se regulará de un modo natural en función del aporte energético que necesites.
Es indispensable mantener una alimentación equilibrada, sobre todo si antes de quedarte embarazada no tenías buenos hábitos alimentarios. Aumenta la ingesta de frutas y verduras, los lácteos de todo tipo, la carne bien hecha, el pescado, los cereales integrales… Y evita los alimentos demasiado grasos y azucarados, que no tienen interés nutricional.
El aumento de peso no sigue una curva mecánica ascendente:
– Primer trimestre
El aumento de peso es débil. Incluso algunas mujeres pueden perder peso al principio a causa de las náuseas y los vómitos.
– Segundo trimestre
¡Se acelera! Es en el transcurso del segundo trimestre cuando las futuras mamás sienten más hambre o los famosos antojos, que a menudo son hastíos. No te prives, pero no piques entre horas: es mejor fraccionar las comidas (cuatro o cinco comidas pequeñas) y no abusar de los dulces. En el sexto mes, se tienen que haber ganado seis kilos, no menos. Si has cogido uno o dos kilos más no es muy grave pero, si ves que tu curva de peso se dispara, consúltalo con tu médico.
– Tercer trimestre
Se admite un aumento medio de un kilo por mes, y al final del embarazo se tiene que haber aumentado el peso entre 9 y 12 kilos. Este aumento de peso conviene perfectamente tanto a la madre como al bebé.
Reparto del peso
Los kilos cogidos afectar de un modo diferente a la madre y al bebé. El reparto del peso es el siguiente:
Para el bebé, de 3 a 4 kg
Útero: 900 g
Placenta: 500 g
Pechos: 400 g
Volumen sanguíneo: 1,5 kg
Reservas lipídicas: de 2 a 3 kg
Retención de agua: 2 kg
Los datos anteriores son indicativos, ya que todas las mujeres son diferentes.
Existen variables que permiten estimar el aumento de peso deseable según la mujer. Por ejemplo, una mujer muy delgada deberá engordar más que la media aceptada.