MOM ha llegado al mercado para revolucionar el mundo de las incubadoras para los bebés recién nacidos. Se trata de una incubadora de bajo coste que cuesta hasta un 90 por ciento menos que las incubadoras convencionales y podría suponer un avance decisivo para la supervivencia de los niños nacidos de forma prematura en países subdesarrollados. Mientras que una incubadora convencial puede tener un coste de 36.000 euros, MOM tiene un precio de 300 euros.
Su utilización es idéntico al de una incubadora convencial, pero la innovación de su diseño es lo que ha permitido la reducción de gastos. Este dispositivo se hincha manualmente y se calienta por medio de placas cerámicas. Una pantalla muestra la temperatura interior y el grado de humedad. En ambos casos puede seleccionarse que si se produce alguna variación sonará una alarma.
Además, para aquellos bebés que sufren de Ictericia o la coloración amarillenta de la piel, el dispositivo cuenta con una unidad plegable de fototerapia. La batería del dispositivo puede durar hasta 24 horas en caso de que se produzca un fallo en el suministro eléctrico.
James Roberts es el inventor de esta incubadora de bajo coste. Después de ver un documental sobre los bebés prematuros en los campos de refugiados comenzó a investigar sobre la materia. Eso sí los inicios fueron complicados y tuvo que vender su coche para financiar parte de su trabajo. «Mi sueño sería conocer a uno de los bebés a los que haya podido salvar mi incubadora», ha declarado Roberts.
El trabajo de este joven estudiante de la Universidad de Loughborough (Reino Unido) ha sido galardonado con el premio James Dyson Award 2014, un concurso internacional de diseño que organiza anualmente la Fundación James Dyson y que pretende apoyar a los jóvenes estudiantes de diseño e ingeniería industrial. «El invento de James demuestra el impacto que puede tener la ingeniería y el diseño en las vidas de la gente», apuntó Dyson.