¿A qué edad comienzan los niños a perder sus recuerdos de bebé?

Todos quisiéramos recordar cómo era nuestra vida de bebés, pero siempre nos ha pasado que al intentarlo no podemos recordar esa etapa, esa falta de recuerdos desde el nacimiento hasta aproximadamente nuestros 3 años de edad se le denomina amnesia infantil. Probablemente, algunos digan que sí tienen algún recuerdo de esa edad, pero ¿hasta qué punto ese recuerdo está libre de la influencia de lo que nos han ido contando los demás a medida que vamos creciendo? ¿Es un recuerdo propiamente nuestro o es un recuerdo de los demás del que nos hemos apropiado?

Los últimos estudios han determinado que estos recuerdos que tenemos de bebés son temporales y se olvidan alrededor de los siete u ocho años. Uno de estosestudios fue realizado por la Universidad de Emory (EEUU), probando que, a partir de los ocho años, los niños empiezan a tener dificultades para recordar las cosas que les sucedieron cuando eran más pequeños. Para comprobar esta hipótesis, los científicos grabaron a 83 niños de tres años que hablaban con sus padres sobre varios acontecimientos sucedidos en los últimos meses: una visita al zoo, una fiesta de cumpleaños, una comida en la pizzería. Años después, los investigadores preguntaron a los mismos niños acerca de esos recuerdos. Se encontró que, los niños de entre cinco y siete años podían recordar entre el 63 y el 72 por ciento de los eventos, en cambio los niños que tenían entre ocho y nueve años recordaban sólo un 35 por ciento.

¿Por qué sucede esto?

Investigadores han demostrado cómo el lenguaje marca un punto de inflexión en la vida de las personas. Los niños no recuerdan verbalmente lo que no codificaron verbalmente aun cuando en el momento del recuerdo posean la competencia lingüística necesaria. Es decir, un recuerdo verbal de nuestros 2 años de edad, si a esa edad no habíamos desarrollado el lenguaje, difícilmente será propiamente nuestro y sí más producto de las historias respecto a ese acontecimiento con las que hemos crecido. Además, los niños pequeños tienden a olvidar los acontecimientos con mayor rapidez que los adultos porque carecen de los potentes procesos neuronales necesarios para reunir todas las piezas de información que incluye una memoria autobiográfica compleja. Para llegar a esto se tiene que aprender a usar las claves temporales y espaciales, y desarrollar un sentido de sí mismo, respecto al mundo que nos rodea.

Sin embargo, a pesar de que los recuerdos de los primeros años suelen caer en el olvido, realmente no desaparecen del todo, sino que ejercen una importante influencia en la conducta y vivencias del niño. Es muy diferente la forma en la que el niño interpretará su entorno y sus vivencias en función de si los primeros años de su vida han transcurrido en un clima cálido u hostil. Por tanto son recuerdos tremendamente importantes a pesar de no llegar a ser recuperados.

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