Los padres nos preocupamos y estamos pendientes de nuestros pequeños a todas horas. Al principio, porque los bebés son muy pequeños y luego porque van creciendo y nos preocupa en cierto modo su evolución y que puedan lastimarse, por eso extremamos los cuidados del bebé al límite.
Cuando el bebé tiene 15 meses, ya comienza a realizar cosas por sí mismo, a conocerse y saber lo que es más cómodo y mejor para él. Con el sueño y las posturas que adoptan en su cunita, les sucede lo mismo. Muchos padres se preocupan porque hasta esta fecha sus bebés dormían como se aconseja, es decir, boca arriba o de lado, pero cuando alcanzan esta edad en numerosas ocasiones colocan sus rodillas bajo su tripita y su culito en pompa.
Muchos padres tienden a pensar que esto es malo para ellos e intentan cambiarles de postura, pero eso a los peques no les gusta. Si bien es cierto que se aconseja que los niños duerman boca arriba o de lado para reducir el riesgo de muerte súbita del lactante, que puede ocurrir hasta los 6 u 8 meses de vida, a partir de los 15 meses la postura del pequeño al dormir no es importante.
Además, a esta edad se mueven mucho y cambian continuamente por lo que, padres, debéis tener claro que esa postura no es perjudicial para vuestro pequeño y que es normal que se moleste si le cambias la postura, ya que a nosotros, no nos gustaría que cuando conseguimos la postura más cómodo en la cama, nuestra pareja intentará que dormíesemos de otra manera. El descanso del bebé es lo más importante para sus padres y por eso debemos dejarlos a partir de esa edad que adopten ellos la postura con la que descansen mejor.