Cuando se acerca el momento de dar a luz, a la futura mamá le asaltan las dudas y los miedos de última hora. Suele ocurrir que si sale de cuentas en Nochebuena o Nochevieja, los nervios se multiplican.
Algunas madres y especialistas de maternidades aseguran que la asistencia al parto en estos días festivos es igual de profesional que en cualquier otra fecha. Y, además, se realiza con la ilusión de que quizá el bebé venga al mundo con el privilegio de ser el primero del año.
Sobre todo es recomendable evitar los desplazamientos largos a partir de la 38 semana, cuando el embarazo está casi a término. En el caso de que se acuda a cenar o comer a un lugar diferentes, mejor que sea en un lugar no muy alejado de la maternidad y llevar la maleta para el hospital y papeles del embarazo.
Si te has planteado la idea de adelantar el parto para estar más tranquila en estas fechas, por norma en las maternidades públicas es muy difícil que se autorice adelantar el parto si no existen razones médicas que lo aconsejen. Algunos centros privados autorizan el adelanto del parto para asegurarse de que lo asistirá el ginecólogo que ha seguido el embarazo, si este ha llegado a término y el cuello uterino esta dilatado.
Es importante que no te preocupes por las fechas, ya que en Navidad la plantilla es la misma que cualquier otro día de guardia y, al ser festivo, se refuerza con un obstetra más, ya que se pasa visita a las habitaciones, como en cualquier otra fecha.
Anestesistas, neonatólogos, matronas y ginecólogos están pendientes de las madres e, incluso se realizan análisis de sangre al feto a cualquier hora del día. Así que puedes estar totalmente tranquila de que si te toca dar a luz para estas fechas estarás en manos de profesionales, igual que tu bebé, de la misma manera que cualquier otro día.