Es de sobras conocido que el embarazo es un período único que sólo vive la mujer. Esta experimenta multitud de cambios físicos en su cuerpo. Desde el mismo momento que una mujer sabe que está embarazada comienza a pensar por y para su bebé o bebés, y ya antes de nacer vela por su salud.
Pero para velar por la salud el pequeño, ¿es necesario que una mujer renuncie a los tratamientos de belleza tales como la depilación, manicura, maquillaje o coloración del cabello? Todas las respuestas aquí.
Se recomienda que durante el embarazo la madre no utilice cremas y cosméticos que contengan sustancias farmacológicamente activas como acción tiroidea, ácido cógico a acción despigmentante y antiarrugas. También se recomienda no utilizar productos que contengan principios estimulantes como cafeína.
En cuanto al maquillaje, algo muy habitual para muchas mujeres, no existen contraindicaciones de ningún tipo a la hora de utilizar sombra de ojos, rimel, pintalabios y maquillaje. Además, puede ser un buen recurso a la hora de intentar esconder u ocultar los granitos que pueden aparecer por toda la revolución de hormonas que un embarazo supone.
En cuanto a la depilación, si vuestro caso son las cremas depilatorias, se aconseja no utilizarlas para evitar así posibles reacciones alérgicas. Si para depilar utilizáis cera, deciros que tampoco es recomendable, ya que puede provocar la rotura de capilares, más sensibles durante este período y por consiguiente se recomienda recurrir a la depilación por medio de maquinillas eléctricas.
En cuanto a manicura y pedicura, no existe ningún riesgo conocido. Es más, el esmalte puede servir como un protector para el esmalte, el cual se escama y debilita durante este período.
Los rayos UVA quedan totalmente descartados ya que un exceso de rayos UVA puede provocar la aparición de manchas en el rostro, causadas por el hecho de que las hormonas tienden a fijar la melanina.
En cuanto al cabello, es de sobras conocido que durante el embarazo y la lactancia el pelo de la mujer tiende a debilitarse por lo que realizarse tratamientos capilares, tales como la permanente, no es aconsejable. Además, es muy importante que, sobre todo durante los primeros meses de gestación, no se realice la permanente ya que los ácidos empleados podrían influir, de forma negativa, en la formación y desarrollo del niño. Del mismo modo, no se recomiendan los tintes que contengan en su base amoníaco y oxidantes, mejor optar por coloraciones a base de agua o bien reflejos naturales con henna, por ejemplo.