Cuando nos enteramos que estamos embarazadas, lo primero que pensamos es en el día que veremos por primera vez la carita de nuestro bebé o bebés y lo primero que hacemos es calcular la fecha del parto, pero, ¿sabes cómo hacerlo? Aquí te decimos como hacerlo.
El embarazo se contabiliza desde el primer día de la última menstruación porque este es el único dato objetivo de que disponen los médicos, ya que la fecha de la ovulación, cuando se concibe el bebé o bebés, se puede estimar pero nunca conocer con exactitudo.
Lo habitual es que ocurra a los 14 días del inicio de la regla, pero no todas las mujeres tienen un periodo regular e incluso, si lo tienen, este puede alterarse en ocasiones.
Cuando la embrazada acude a la consulta por primera vez, el ginecólogo le da una fecha probable de parto, que calcula sumando nueve meses y una semana a la fecha de la última regla. Por ejemplo, si el último periodo empezó el 1 de enero, se sale de cuentas el 8 de octubre.
Después, las ecografías que se realizan a lo largo del embarazo, y que miden el tamaño del bebé, resultan el método más exacto para calcular cuándo vendrá el pequeño al mundo. Debemos tener en cuenta que como un embarazo normal dura entre 38 y 41 semanas, el día del parto no se puede fijar con precisión.
El nacimiento del bebé no está sometido a leyes rígidas y por eso es habitual que pueda adelantarse o demorarse debido a múltiples factores.