Un niño que está en clase aburrido y con dificultades para atender y seguir al profesor, no necesariamente tiene que tener retraso cognitivo o algún tipo de trastorno del desarrollo, o ser un niño travieso. Podríamos estar ante un niño con una gran inteligencia.
Inteligencia es un término general, que nos suena a cociente intelectual, a superdotado… pero vamos a aclarar tres términos en lo que se refiere a buena inteligencia o algún tipo de adelanto respecto a otros niños.
La superdotación es una inteligencia MUY superior con respecto al grupo de su edad, en concreto un CI superior a 130. Esto lo podemos medir con una serie de tests estandarizados (suelen ser las escalas Weschsler: WPPSI-III y WISC-IV). Pero no solo tienen que cumplir esa condición de CI, sino que además tienen que ser niños muy motivados por lo que les gusta, llegando incluso a la obsesión. Son niños muy creativos, que dan respuestas nuevas e ingeniosas, ante ciertos problemas, alternativas a las convencionales.
Suelen tener una personalidad con alguno o varios de estos factores: hipersensibilidad, liderazgo, baja tolerancia a las críticas, un rico vocabulario, memoria excepcional o un humor peculiar.
Por otro lado tenemos las Altas Capacidades, que suponen una inteligencia superior a la media. El CI estaría entre 120 y 130. En general, pueden tener las características de los superdotados, pero menos pronunciadas.
Por último tenemos el término Niños Precoces a los que presentan adelantos evolutivos en cierto momento de su desarrollo (hablan antes con bastante vocabulario, leen con solo 4 años, etc.). Aprenden bastante rápido respecto al resto de compañeros, aunque no tienen porque presentar creatividad o altas capacidades en otras áreas.
Esta inteligencia puede cambiar con la edad y habrá que hacer más pruebas a los 11 o 12 años.