La comunicación y lenguaje son dos aspectos que se suelen confundir. El niño durante el primer año de vida desarrolla las bases necesarias para la aparición del lenguaje oral, sus primeras palabras. Hasta ese momento el niño y a es capaz de comunicarse con las personas de su entorno aunque aún no hable.
Desde que nacen, los niños muestran un especial interés hacia la voz humana y, aunque pueda darnos la impresión de que comprenden lo que les decimos, en realidad lo que entienden son las situaciones en las que se emplean esas palabras.
Las primeras etapas del desarrollo del lenguaje son fundamentales y constituyen la base para un correcto desarrollo del lenguaje. Por eso es importante fomentar el desarrollo del lenguaje y estimular al niño para la actitud verbal desde que nace.
Hablarle aunque creamos que no nos entiende. No es bueno aturdirle, pero contarle lo que vais a hacer, lo que estáis haciendo, a dónde vais, etc. y hacerle preguntas para que él también hable.
Es bueno dejar un espacio para que el niño exprese sus deseos, necesidades, sentimientos y pensamientos. Siendo pacientes hacia su dificultad de expresión, que cada vez será más fluida. Cuando le preguntéis algo, dejadle tiempo para que responda. Y cuando le pregunten a él, esperar a que sea él quién conteste.
También es importante utilizar las palabras correctas para designar objetos, acciones y situaciones y hablarles en un tono de voz correcto. No se puede pedir a un niño que no grite si los adultos de su alrededor lo hacen. Hay que respetar los turnos de palabra y no hacer comentarios negativos acerca de su lenguaje delante de él.
Hay que felicitarle al niño cuando lo haga bien. Si lo hace mal, no le digáis nada. Sólo le dais el modelo correcto, pero sin que él se vea corregido constantemente.