Cuidado y limpieza de la piel de tu bebé

La salud y el bienestar del bebé, además de a través de su alimentación, también se consigue gracias a una buena higiene. Si el bebé está limpio, este está mucho más relajado y tranquilo y también mucho más contento. Todos los cuidados son pocos para que nuestro bebé esté feliz, relajado y contento.

Durante los primeros días, semanas e inclusos meses de vida, los bebés no cuentan con en su piel con el manto ácido protector presente en los adultos y por eso su piel es sensible. Teniendo esto presente debemos saber y tener en cuenta que es muy importante la higine y limpieza de la piel de los bebés para evitar así futuras irritaciones, infecciones y enfermedades. Es muy importante cambiarlo muy a menudo, limpiarlo y secarlo meticulosamente.

Una zona del bebé donde más posibilidades existen de poder contraer algún tipo de infección es en el culito. Los pañales son muy cómodos pero también suponen una zona de riesgo para los bebés. Se trata de un lugar en el que se crea un ambiente cálido y húmedo lo que facilita el desarrollo de gérmenes y hongos que agreden fácilmente la piel vulnerable del bebé.

Ante esta situación es de sobras entendido que hay que intentar mantener lo máximo posible y el máximo tiempo posible limpia toda esa zona del culete y alrededores. Pero un alto número de veces de limpieza también puede suponer irritación de la piel por lo que siempre debemos llevar a cabo estos pasos con productos específicos, neutros o de baja acidez; productos que su piel tolere bien. En casa lo haremos siempre con agua templada y un jabón específico y fuera de casa nos serán de gran utilidad las toallitas húmedas.

Relacionado con todo lo citado anteriormente, las inglés, axilas y cuellos (zonas de plieges de los bebés) son zonas especialmente delicadas ya que retienen humedad y tienden a macerarse. Para una limpieza adecauda de estas zonas basta con utilizar agua templada empapada en algodón hidrófilo suave. Del mismo modo, es muy importante el secado, que se debe realizar sin frotar, simplemente presionando de manera ligera.

Después de la limpieza es recomendable aplicar la pomada protectora de óxido de zinc en el área del pañal y pliegues y una loción hidratante en el resto del cuerpo, para mantener el grado justo de humedad e hidratación.

Con todos estos cuidados seguro que la piel de vuestro bebé estará en perfecto estado y él estará feliz, relajado y tranquilo.

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