Hace unos días elaboramos un post dedicado a la temida caries rampante en los más pequeños. Pues bien, hoy hemos querido dedicar este post a los cuidados y mimos de sus dientes de leche desde que asoman. No es necesario esperar a que el bebé tenga dos o tres años; comenzar desde muy pequeños unas rutina de higiene bucal es muy aconsejable.
Los padres deben comenzar a limpiar los dientes de su bebé desde el mismo momento que comienzan a asomar y ya existe una superficie suficiente para cepillarlos.
Debemos sentar a nuestro pequeño en nuestro regazo, sujetarle la carita y cepillarle los dientes en formas circulares. Desde el mimos momento en el que el pequeño comience a interesarse por este proceso podemos comenzar a dejarle que lo vaya intentando él, aportando toda la naturalidad del mundo para que encuentre este momento como algo nada agresivo para él y además algo bueno.
Si que es importante recordar que el cepillado deben realizarse con una pasta dental específica para niños, que no contenga flúor para evitar cualquier problema de posible intoxicación si llegase a tragarse algo.
Al comienzo, cuando los bebés todavía son pequeños es bueno que comiencen a «cepillarse» dentro de sus posibilidades con un cepillo normal, pero según recomienda la dentista Lourdes García – Payo que actualmente se encuentra trabajando en la clínica High Street Smiles, en Liverpool, a partir de los siete años es recomendable que los pequeños utilicen cepillos eléctricos infantiles, siempre con su pasta infantil. ¿Por qué?, porque de este modo nos aseguramos de que lleven a cabo una higiene bucal completa.