Ahora es el momento del año en que nuestros bebés y nuestros no tan pequeños se pasan más horas en la calle. La playa, la piscina o el parque son los destinos favoritos para pasar las tardes de calor y los días de vacaciones.
Estos lugares tienen un denominador común y esa es la arena. Sobre todo en la playa, la arena supone un juguete muy saludable para nuestros hijos. Además de desarrollar a tope su imaginación entran en contacto directo con la naturaleza y el mundo que les rodea.
Por eso, hemos considerado oportuno elaborar un post sobre los diferentes juegos que se pueden desempeñar en la arena, bien de la playa, el paque o incluso de un arenero que podemos hacer nosotros en nuestra casa:
Pon arena y algún objeto pequeño (piedrecitas, legumbres, una pieza de puzzle, un muñequito de plástico…) en un cedazo o tamiz, y anímale a moverlo para ver cómo desaparece la arena y quedan a la vista solo los pequeños tesoros escondidos.
También podéis animarle a dibujar en la arena con un peine o un rastrillo. Además de todo eso, con la arena húmeda y algunos moldes podéis elaborar unos «pasteles» deliciosos.
Se puede jugar al escondite en la arena. Escondéis un juguete en la arena y él lo tiene que encontrar y desenterrar, como la búsqueda de un tesoro, incluso hacer pistas hasta que lo encuentre. Después, cambiais los roles.
Como veis la arena es un «juguete» que da muchas opciones de juego y desarrolla la imaginación de todos los que juegan con ella.
Esperamos que os haya ayudado.