¿Te han aparecido manchas de color marrón en la frente, las sienes y los pómulos con los primeros rayos de sol? Esto normal en las embarazadas es el cloasma gravídico o melasma, popularmente conocido como «máscara del embarazo». Afecta 70% de las mujeres embarazadas a partir del cuarto mes.
Las pieles mate son las que más sufren estos cambios de pigmentación, que durante el embarazo se deben a un importante aumento de las hormonas que favorece la síntesis de melanina.
¿Qué se puede hacer para prevenir el cloasma?
En primer lugar hay que evitar la exposición al sol. Para ello aplícate una crema de protección solar total, aunque estés en la ciudad, desde los primeros días de sol. Utiliza gafas de sol y un sombrero de ala ancha cuando la exposición al sol sea mayor. Si a pesar de estas precauciones aparecen las temidas manchas, no te preocupes, por lo general desaparecen seis meses después del parto. En caso de que persistan, el dermatólogo podrá recetarte una crema despigmentante. Aplicando esta crema sobre las manchas cada noche y utilizando una protección solar durante el día, al cabo de unos meses incluso el cloasma más persistente habrá desaparecido.