Claves para una alimentación equilibrada: El exceso de proteínas perjudica a tu bebé

Aunque es cierto que los bebés deben comer de todo para desarrollarse normalmente, es importante que no consuman proteínas en exceso. Las proteínas se encuentran en la carne, el pescado, los huevos y los lácteos. A continuación os indicamos los aportes necesarios para cada edad.

Las proteínas se encargan de dar al organismo la energía necesaria para su funcionamiento así como para el correcto desarrollo de los músculos; también ayudan a reforzar las defensas contra las enfermedades.

Las proteínas se encuentran en la carne, en el pescado, en los huevos y en los lácteos. También, aunque en menor cantidad, en las legumbres y en los cereales.

Es muy importante una dieta equilibrada puesto que un exceso de proteínas en el niño puede tener consecuencias nefastas para su salud. Aunque la relación entre una alimentación excesivamente rica en proteínas antes de los 3 años y el aumento en el riesgo de desarrollar sobrepeso e incluso obesidad no está del todo comprobada; se ha observado que los niños que consumen muchas proteínas antes de los tres años tienen más probabilidades de padecer obesidad. Además, el exceso de proteínas impide seguir una dieta diversificada. Por último, las comidas muy proteicas obligan a los riñones a trabajar en forma más acelerada para eliminar el excedente.

La dosis de proteínas adecuada según la edad de tu bebé:

De 6 meses a 1 año: Puedes introducir en la dieta pequeños trozos de carne o de pescado (empezar con 10 gramos al día y aumentar a 20 a partir de los 9 meses) o huevo (primero 1/4 y 1/3 a partir de los 9 meses). Siempre es mejor consumir proteínas magras. No obstante, la leche continúa siendo el alimento principal (500 miligramos al día). Atención: no reemplaces la leche de iniciación del tipo 1, por la de vaca ya que ésta última contiene más del doble de las proteínas necesarias. La leche adecuada para tu bebé es la del tipo 2. Lo mismo sucede con los lácteos, que deben ser específicos para bebés.

De 1 a 3 años: El bebé come prácticamente como cualquier adulto. Sin embargo, su descubrimiento de los sabores no quita que sus necesidades, sobre todo de proteínas, sigan siendo específicas: 30 gramos de carne o de pescado o medio huevo son suficientes por día, sin olvidar sus 500 mililitros de leche de crecimiento, que contiene vitaminas y minerales indispensables para su crecimiento. Lo dicho, no optar por la leche de vaca.

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