En el parto existen tres fases bien diferenciadas a continuación te explicamos detalladamente cada una de ellas para que llegado el momento a pesar de los nervios lo tengas todo más controlado. Estar tranquila en el parto te ayudará a dilatar.
La primera fase: En la que las contracciones son cortas y ligeras. Ocurren en intervalos de 5 a 10 minutos. Durante este período, lo usual es que puedas adoptar cualquier posición que desees e ir de un lado a otro. Cuando las contracciones se suceden cada 3 a 5 minutos, se hacen más intensas y duran entre 40 y 50 segundos, estás en lo que se llama «parto activo». Durante esta etapa, el útero se contrae para ensanchar cada vez más la abertura de la cerviz (el cuello del útero). Es fundamental que llames al médico y que acudas al hospital o el lugar donde planeas tener a tu bebé. Cuando llegues al lugar donde planeas dar a luz, te examinarán el cuello del útero para ver cuánto se ha abierto (esto se llama «dilatación»). También te tomarán el pulso, la temperatura y medirán también tu respiración y presión sanguínea. Se controlará también la frecuencia cardiaca, la posición y la condición del bebé.
Las contracciones se harán cada vez más frecuentes, hasta llegar a unos 2 minutos de intervalo, se volverán más intensas y durarán hasta un minuto. Tu compañero(a) de parto y el personal del hospital son importantes para mantenerte lo más cómoda posible y motivarte durante esta etapa. La conclusión de esta etapa se produce cuando el cuello del útero se ha dilatado completamente (unos 10 centímetros). Es importante que si deseas que se te aplique algún tipo de anestesia o calmante, ello debe hacerse mucho antes de llegar a 10 centímetros. Muchos médicos autorizan, por ejemplo, que se aplique la anestesia una vez que la parturienta ha llegado a 4 ó 5 centímetros de dilatación, pero eso es algo que tu doctor debe decidir.
La segunda fase: este periodo puede durar hasta 2 horas y termina con el nacimiento del bebé. En algunos casos, durante las contracciones alguien te dará instrucciones sobre qué hacer (respirar, pujar o mantener la contracción), pero ahora cada vez más las enfermeras sólo monitorean el progeso hasta que se llega a 9 o 10 centímetros de dilatación. Allí es clave seguir las indicaciones. Trata de concentrarte en estas instrucciones y síguelas cuidadosamente. Encuentra una posición para empujar que te sea cómoda y empuja sólo cuando te lo digan. Cuando aparece la cabeza del bebé, si es necesario, el médico hace la episiotomía. Luego, mientras soplas o respiras jadeando para evitar que haya más pujos, aparece gradualmente la cabeza entera del bebé, luego sus hombros y por fin emerge el resto del cuerpo. Si quieres ver este momento, puedes pedirle al médico o a la enfermera que te coloque un espejo delante de tu zona de la entrepierna.
La tercera fase: es bastante breve y termina cuando se expulsa la placenta y las membranas que han sostenido al bebé. El personal del hospital te limpiará y cambiará la ropa de cama. Si hubo episiotomía o desgarro vaginal, el doctor terminará las suturas en este momento.