Conforme se acerca la fecha del parto aparecen las dudas sobre el mejor lugar en el que dar a luz. Más allá de las alternativas más modernas o imaginativas, principalmente contamos con dos opciones: hospital público o clínica privada. Las dos representan dos caminos totalmente válidos con sus respectivas virtudes, pero también con sus defectos. No hay una opción que sea ni mejor ni peor que la otra, sino que cada una cuenta con unas características. La clave es buscar cuales de esas características se adaptan mejor a tus circunstancias para que puedas elegir es el que es para ti el lugar más adecuado en el que dar a luz a tu hijo.
El parto es uno de los momentos más importantes en la vida de toda mujer, por lo que hay elegir con mimo cada aspecto para no equivocarnos. Lo primero es decir que tanto en un hospital público como en una clínica privada nos tratarán bien y no tendremos problemas, pero vamos a analizar las virtudes y defectos de cada una de las opciones para que podáis elaborar vuestro propio diagnóstico.
HOSPITAL PÚBLICO
Virtudes
– Mejor infraestructura y tecnología para atender partos de riesgos o afrontar problemas imprevistos
– Material más actualizado. Al ser hospitales universitarios se actualizan constantemente
– Asistencia total de una matrona
– Bajo número de cesáreas
Defectos
– Menor intimidad al tratarse de habitaciones compartidas
– Estética más fría y menos cuidada
– Puede haber estudiantes en formación que acompañen a la matrona
CLÍNICA PRIVADA
Virtudes
– Mejores habitaciones con instalaciones privadas e íntimas
– Menos saturadas que los hospitales públicos
– Trato más personalizado, con personal muy cualificado
– Puedes solicitar que te asista el mismo doctor que te haya seguido el embarazo
Defectos
– No suelen aceptar planes de parto puesto que están sujetos a otras prioridades
– Porcentaje de cesáreas más alto
– Menos recursos técnicos y humanos