La gingivitis es un problema muy habitual durante el embarazo. Consiste en el sangrado e inflamación de las encías. El hecho de que se convierta en algo habitual se debe al aumento del flujo sanguíneo y a la alteración del pH de la saliva.
Si no se trata a tiempo podría llegar a afectar a los tejidos que soportan los dientes, pues podría caerse alguna pieza dental. Por eso, si además de lo que la gestación supone, la madre ya tiene algún problema si no se trata enseguida y a conciencia podría derivar en este problema comentado anteriormente.
¿Cómo descubrirla?
Las encías se presentan inflamdas, enrojecidas, sensibles y con tendencia al sangrado. Puede formarse un abceso sobre la encía, entre las raíces de las piezas dentarias. Notareis además mal aliento y un desagradable sabor de boca.
¿Como prevenirla?
Lo más importante, es una buena higiene bucodental. Además, una dieta equilibrada. Debeis lavaros los dientes después de cada comida con un cepillo de cerdas bno duras y utilizar hilo dental para eliminar la placa entre los dientes y debajo de la línea de las encías.
El alcohol y el tabaco también empeoran el estado de las encías.
Si es una gingivitis más pronunciada y requiere de ingesta de medicamentos, SIEMPRE debe estar informado el odontólogo de que la paciente está embarazada, para que este se guíe y oriente a la hora de recetar los medicamentos oportunos.
Es, por eso muy importante que cuideis vuestra boca durante el embarazo ya que se ha comprobado que las mujeres que padecen infecciones en las encías durante el embarazo tienen un mayor riesgo de tener un parto prematuro o de dar a luz niños con bajo peso.