Siempre pensamos que cuando son bebés, estos necesitan todos y constantemente mimos y cuidados del bebé específicos. Cuando cumplen un año, ya los vemos algo más mayorcitos, pero eso no significa que no siga necesitando mimos.
El niño de un año tienen una capacidad mayor para hacer frente a los estímulos externos, pero estos también son mayores y esto le puede provocar estrés y que a la hora de dormir esté inquieto.
El niño de un año experimenta necesidades como:
1. LLORA DE AGOTAMIENTO. Como acabamos de decir, al final del día, algunos bebés lloran para desahogarse como cuando eran lactantes. Debes balancearlo y cunarlo en Enlacesvoz baja.
2. DOLOR DE TRIPITA. Como ya han comenzado a tomar alimentos sólidos, en ocasiones, durante este proceso cogen aire y tienen gases. Dale un masaje en la tripita en sentido de las agujas del reloj.
3. TIENE SUEÑO. Pero no puede dormirse. Con un masajito en la cabeza seguro que lo solucionas. También es aconsejable acariciarle las sienes o la frente con los pulgares.
4. SIGUE TENIENDO NECESIDAD DE CARIÑO, CONTACTO FÍSICO CON LA MADRE Y ESTAR CERCA DE TÍ. En ocasiones cuando llore comprobaréis que no le sucede nada y simplemente necesita cariños y mimos. En ocasiones necesitará que lo coloques en tu pecho con un cagurito, pero si en el tradicional ya no cabe, puedes fabricarte uno mismo tú con un echarpe de tela.
No olvidéis que los niños, al año, aunque ya parece que pueden expresar de manera más fácil lo que sienten, siguen necesitando todos los cuidados y mimos de sus padres.