La comunicación con el bebé o bebés es muy importante ya que es un método muy bueno de estimular al pequeño. Una buena charla siempre resulta estimulante y no hay que esperar mucho para asombrarse con las primeras respuestas del bebé, sobre todo si seguimos las siguientes pautas:
1. RESPONDERLE. Cada día estará más despierto y receptivo. Te mirará cuando le hables, seguirá tus movimientos con la vista, aprenderá a localizar la fuente de sonido y tratará de girar su carita haci ella. Empieza también a comprender que la comunicación es un proceso bidireccional. Y por eso, de pronto, si le sonríes, sonríe; si le hablas, balbucea, etc. Cuando haga un gorjeo, contéstale procurando imitarle. Se sorprenderá y hará más ruiditos. Con todo esto ya estás empezando a comunicaros.
2. HABLARLE MUCHO también es muy importante y se debe hacer desde el primer ´dia, aunque sea un recién nacido que penas abre los ojos. Pero, ¿qué decirle? Pues, para empezar, cuéntale lo que ves: «¡Qué boca más bonita tienes! Y esa naricita tan pequeña…». Es más importante el tono y la melodía que lo que realmente dices. Acerca tu cara a la suya dile cosas mirándole a los ojos, canturréale mientras le meces suavemente.
3. ENRIQUECER LA CHARLA. Cuéntale, con un lenguaje sencillo, lo que haces mientras le atiendes. «Ahora estás en la bañera. ¿Está buena el agua? Te voy a echar jaboncito…». Llama a las cosas por su nombre mientras las usas: ¿Quieres la cuchra? ¡Esta es tu pelota! Haz una pausa como si mantuvieras una conversación con un adulto y esperaras su respuesta. Puede que solo haga un gorjeo, pero aprenderá el toma y daca del diálogo, y tu interés porque te responda le animará a hablar. Cuanto más asocies las imágenes con palabras, más fácil le resultará a él hacerlo cuando se algo mayor.
Veréis como con esta comunicacón bidireccional conseguiréis un mayor desarrollo cognitivo y el desarrollo emocional del pequeño además de estrechar, más si cabe, la relación madre-hijo y también la de padre-hijo.