El otoño, además de por la caída de las hojas, los tonos marrones y tierra como predominantes y la vuelta a la rutina de nuestros pequeños, también se caracteriza por ser la época de los catarros, los resfriados y las enfermedades infantiles.
Atrás quedaron los días de sol y vacaciones y con la vuelta al cole y los madrugones nuestros bebés y no tan bebés se acataran y las mamis tenemos que estar muy pendientes de ellos.
Por eso en este post hemos considerado oportuno daros algunos trucos sobre como adeministrar las medicinas a vuestros hijos. Nos centraremos en los niños de 1 o 2 años que, por naturaleza, son inquietos es mucho más difícil darles medicinas.
Los supositorios, por ejemplo, es un medicamento muy común y que recetan los médicos a menudo. Para administrarlos bien debemos impregnar el supositorio con un poquito de vaselina o aceite de oliva consiguiendo así que entre más fácil y con menos molestias. Si bien es cierto, que cada vez se recetan menos.
Las pomadas, no suponen mayor complicación a la hora de administrarlas pero sí es cierto que se debe tener cuidado con heridas, arañazos en el cuerpo y con los ojos y mucosas en la cara.
El jarabe, sin duda lo más recetado, es otro medicamento muy socorrido. Si el jarabe se da con jeringuilla cogeremos al bebé en brazos como si fuéramos a darle el biberón. Colocamos su cabecita sobre el pecho y metemos la punta de la jeringuilla en un lado de la boca. Si este proceso se realiza con cuchara, nunca debemos perder de vista las manos de los niños y sujetarlas bien para que no nos tiren la cucharilla y el jarabe.
Esperamos que os haya servido de gran ayuda.