No obstante es peligroso contraer la toxoplasmosis durante el embarazo porque los bebés infectados pueden no desarrollar ninguna enfermedad, o por el contrario pueden enfermar gravemente con lesiones en el cerebro y en los ojos.
Existen pruebas de sangre para detectar exposición pasada o reciente a este parásito, si ya has pasado la toxoplasmosis previamente (por lo menos seis a nueve meses antes de tu embarazo) desarrollarás inmunidad contra ésta y no hará falta que tengas tantas precauciones.
En caso de no haber pasado la toxoplasmosis antes, es mejor seguir una serie de precauciones con el fin de evitar el contagio:
- Si tienes gato, no permitas que salga fuera de casa a lugares donde pueda entrar en contacto con el toxoplasma. Si es posible, delega en otra persona los cuidados de tu mascota durante el embarazo.
- Usa guantes de trabajo si trabajas en el jardín y lávate las manos después de terminar.
- Evita comer carne cruda o poco cocinada y frutas o verduras sin lavar.
- Lávate las manos cuidadosamente antes de comer y después de entrar en contacto con carne cruda, tierra, arena o gatos.
- Evita frotarte los ojos o la cara al preparar la comida.
- Evita comer huevos crudos y leche sin pasteurizar o quesos (excepto el semicurado).
Siguiendo estos consejos conseguirás un embarazo tranquilo y la seguridad de estar haciendo lo mejor para tí y para tu bebé.