Mantener aseada la carita de tu bebé no es tarea fácil. Es cierto, que resulta algo sencillo limpiársela cuando en ella tiene restos de leche, papilla o puré, pero ¿qué sucede si se levanta con los ojos con legañas? o ¿tiene mucosidades? o incluso ¿tiene molestias en los oídos? Son partes que parecen más sensibles y, sin lugar a dudas, dan algo más de miedo a las mamis a la hora de limpiarlas, por miedo a hacerles daño.
Aquí os quitamos esos medios, dándoos algunos consejos sobre como asear esas partes más delicadas de la carita del bebé:
Los ojos del bebé, en principio no necesitan un aseo especial, a menos que se levante con legañas. Si las legañas persisten durante más de dos días, en conveniente llevarlo al pediatra. Para quitárselas, nunca lo hagas en seco, las legañas están también secas y podrías hacerle daño, es mejor que eches unas gotitas de suero en cada ojo y después, las retires con una gasa esterilizada, deslizándola siempre desde el lagrimal hacia el rabillo del ojo. Una gasa distinta para cada ojo, así si tiene alguna infección no se contagiará.
Si tu bebé se siente incómodo por la presencia de mucosidad abundante en su naricita, la mejor manera de aliviarlo es echar unas gotitas de suero fisiológico en cada fosa nasal y utilizar, después, el aspirador nasal.
En cuanto a los oídos, no debenos olvidar que el oído cuenta con un mecanismo natural para eliminar la cera, por lo que la madre sólo debe limpiar la que le vea por la zona externa del oído, nunca ahondar, ya que podría originar algún tapón de cera.
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