Higiene en el hogar cuando hay un bebé

Siempre debemos mantener nuestra casa limpia, pero sí es cierto que con la llegada de un bebé debemos, tal vez, extremar los cuidados. ¿Por qué? Porque no debemos olvidar que los bebés son más sensibles a las bacterias y a los virus y es más fácil que puedan contagiarse.

No obstante, también debemos apuntar que nunca hay que obsesionarse con la limpieza. Si la casa está excesivamente limpia el bebé no podrá completar el proceso de inmunización que se genera de su contacto con el medio ambiente y los elementos de su entorno.

Los virus, gérmenes, hongos y bacterias que habitan en una casa entre las personas que viven en ella son aquellos que provocan resfriados, gastroenteritis, gripe, herpes, bronquitis o neumonía.

Si es cierto que es en la cocina donde debemos poner más hincapié a la hora de mantenerla limpia; así evitaremos que los gérmentes aparezcan en cubiertos y comida y este es un camino muy fácil de transmitir. Especial atención con la limpieza del horno y del microondas, pero sobre todo con los paños de cocina, es aconsejable cambiarlos con regularidad, y con las tablas de cortar o picar alimentos.

Además, también debemos tener mucho cuidado con la limpieza en sus juguetes. Los juguetes están siempre tirados por el suelo o de un lado para otro. No olvidemos que a los bebés les encanta llevarse todo a la boca, por eso debemos intentar mantenerlos limpios, sobre todo, los juguetes que utiliza para jugar en el exterior.

El último grupo a limpiar cuidadosamente es su sillita para comer, su cambiador, su cuna, su andador o su colcha.

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