Los aspiradores nasales, o también conocidos como peras de goma, se utilizan para extraer las secrecciones que el bebé tiene secas dentro de su nariz y que le provocan molestia e incomodidad.
Si la mucosidad es espesa y pegajosa primero debes ablandarla con unas gotitas de solución fisiológica que puedes adquirir en cualquier farmacia.
¿Cómo hay que utilizar el aspirador nasal?
Primero debes tumbar a tu bebé boca arriba. También puedes colocar sus piernecitas sobre tu tripa para sujetarlo mejor, piensa que para ellos es un proceso incómodo. Por eso, es aconsejable que antes de comenzar le hables y le intentes explicar que le vas a hacer. Así conseguirás que él se relaje con mayor facilidad.
Coge el aspirador y aprieta la pera para crear vacío y colócala en el interior de la fosa nasal del bebé. Entonces, comienzas a soltar la pera poquito a poco para ir extrayendo la mucosidad sin hacer daño al bebé. A continuación, sacas el aspirador de la nariz y sobre una servilleta aprietas la gomita hasta limpiarla de mucosidad.
Limpia la parte externa del aspirador y si es necesario hazlo nuevamente repitiendo el mismo proceso.
Para aplicar la solución fisiológica, en caso de necesitarla, debes colocar al bebé sobre tus rodillas y echarle de 1 a 3 gostas en el orificio nasal donde tenga la mucosidad. Mantén su cabecita quieta para que no se salga. Pasados 10 segundos ya puedes utilizar el aspirador nasal siguiendo los pasos que hemos explicado anteriormente.
Si continúa con mucosidad puedes repetir el proceso pasados 10 minutos.