El nacimiento de un bebé prematuro es un momento muy difícil de afrontar que a algunos padres les toca vivir. Es muy importante saber cómo afrontar este momento tan delicado para sentirse mejor. El primero de ellos legitima los sentimientos y apela a que los padres no sientan vergüenza por tenerlos; en lugar de ello es más positivo aceptar y tener compasión por ti mismo, del mismo modo que consolarías a tu mejor amigo si sintiera así en esas circunstancias.
Están dentro de la normalidad las reacciones de tristeza y los celos respecto a padres que inmediatamente disfrutan de la presencia de un bebé sano en casa y estas reacciones pueden darse lugar en cualquier momento provocadas por algo que se ve o se escucha. Los expertos aconsejan hacer frente a estos sentimientos en lugar de ignorarlos o reprimirlos. Por muy fuertes que sean los padres, una situación así no es de extrañar que los padres se sorprendan llorando. En estos momentos tan duros agradecerán la compañía de alguien de confianza con el que poder desahogarse.
Una práctica muy aconsejada es la de invertir alrededor de unos 45 minutos (preferiblemente sin nadie alrededor para evitar que te sientas censurado o juzgado) y soltar los sentimientos dejando todo surgir. Es una forma de canalizar ese “duelo” que que no ayuda al bebé para nada. Después de estos momentos te sentirás descargado y con más fuerza para afrontar el día.
Se positivo y piensa que tu bebé te necesita con la energía necesaria para cuidarle. Te necesita a su lado en su lucha por la vida.
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