A muchas mujeres, les preocupa la idea de que llegado el parto, no sepan cuándo tienen que empujar ya que a lo largo de la gestación solamente experimentan las llamadas contracciones de ensayo y desconocen cómo serán las verdaderas contracciones de parto.
Cuando el parto se desencadena y una vez que se ha llegado a la dilatación máxima, el impulso de empujar aparecerá por sí solo, ya que la presencia de la cabeza del bebé ejerce una presión lógica y desencadena los pujos por reflejo. Por lo tanto no se debe tener miedo a que una no pueda pujar para que el bebé salga del vientre materno.
En muchos casos cuando se utiliza la analgesia epidural se piensa que el mismo desaparecerá, pero hay que destacar que calma solamente el dolor, sin eliminar la sensibilidad, por eso se siguen notando las contracciones y a consecuencia la necesidad de pujar.
Gracias a los avances de la tecnología y la monitorización fetal, es muy fácil reconocer cuando llegan las contracciones por lo que si la futura mamá, no sintiera el reflejo y la sensación de pujar, la comadrona o el especialista a cargo del parto podrá indicar cual es el momento exacto para que la madre comience a pujar.