El dibujo es, casi siempre, la primera gran obra de los niños. Representa su primer gran tesoro expresivo ya que, a través de los dibujos los niños dicen muchas cosas de sí mismos. Puede ser que esta sea la razón por la cual muchos padres estén cada día más interesados por los dibujos que hacen sus hijos. Sin duda por sus dibujos podremos saber el estado anímico del niño, ya que traduce lo que el siente, piensa, desea, le inquieta, le hace alegre o triste.
Cada niño es un mundo y eso se ve en sus dibujos, no hay dos que dibujen igual. Si pides a un grupo de niños que dibuje a una casita en el campo, todos los dibujos serán distintos. Se podrán parecer en algo, pero jamás serán iguales.
El dibujo es una actividad que nace espontáneamente y como tal hay que respetarla y considerarla como una gran obra. Si el niño tiene ganas de dibujar, anímale siempre a que lo haga. Lo ideal es que todos los niños pudiesen tener, desde la más temprana edad, algún contacto con el dibujo. Empezarán con garabatos y luego dibujarán formas más reconocibles. Cuanto más dibujen, mejor lo harán, y más beneficios aportará a su desarrollo.
El dibujo facilita y hace evolucionar el niño en:
1- Psicomotricidad fina
2- Escritura y la lectura
3- Confianza en sí mismo
4- Expresividad de emociones, sentimientos y sensaciones
5- Comunicación con los demás y consigo mismo
6- Creatividad
7- Formación de su personalidad
8- Madurez psicológica
Además hoy el mercado te ofrece un montón de tipos de pintura para niños, según la edad del mismo. Para los bebés, la pintura para manos y dedos es la ideal. A partir de los 15 meses te sorprenderá ver cómo pueden coger pinturas plásticas (estilo plastidecor). Hay unas que tienen la base en forma de bola para que puedan agarrarlas y hacer fuerza para pintar el papel. En fin, hay un montón para elegir… ¡pruébalas!