El gateo es una etapa importante en la evolución del bebé. Para ello los bebés deben aprender primero a estirarse, rodar y sentarse por sí mismos. Te proponemos algunos ejercicios para que tu bebé aprenda a gatear pero no olvides que muchos niños no gatean y no pasa nada, no hay que obligarle nunca.
Jugando con un pañuelo.
Este juego está al alcance de todos. Solo se necesita un pañuelo y un lugar cómodo y seguro donde tumbarle.
- * Colocamos al bebé boca arriba en una manta. Nos ponemos de rodillas a su lado, con un pañuelo de colores atractivos, y lo acercamos a su cara, rozamos sus manitas, su barriguita, sus piernas… Mientras, le contamos lo que hacemos.
- * Al principio, con menos de tres meses, sus movimientos serán desorganizados y torpes, aunque seguirá el objeto con la vista si lo situamos sobre su cabeza, algo muy importante para el desarrollo de los músculos de los ojos y el cuello.
- * A partir de los tres meses alzará los brazos hacia el pañuelo e intentará tocarlo, sin mucho control aún. Debemos acercárselo lo más posible, y celebrar cada vez que lo toque.
- * Hacia los seis meses es capaz de agarrarlo y manipularlo. A esa edad podemos incluso colocárselo en un piececito, para que trabaje los abdominales a fondo.
Pon cosas a su alcance para que las coja. Este juego le sirve para desarrollar la musculatura abdominal y le ayuda a desarrollar la atención.
- * Colocamos al bebé sentado sobre la manta frente a nosotros.
- * De una caja sacamos un objeto que le resulte llamativo y lo dejamos justo al alcance de su mano, delante. A continuación vamos sacando objetos atractivos y los colocamos cada vez más alejados de su mano, hasta dejarlos fuera de su campo de acción.
- * Intentará coger todas las cosas que le atraigan. Es posible que, en más de una ocasión, se incline tanto hacia delante que se quede a cuatro patas. También puede que se balancee y haga todo lo posible por coger el objeto.
A algunos niños les cuesta empezar a gatear. Para potenciar su fuerza y la confianza en sí mismos podemos jugar a «la carretilla».
- * Colocamos al niño boca abajo y, con sus manos apoyadas en el suelo, le sujetamos por las caderas. Poco a poco vamos bajando hasta sostenerle por los pies.
- * Le mantenemos un rato en esta postura, en un ángulo sensato, y cuando le veamos seguro sobre sus manos empezamos a balancearle suavemente hacia delante y hacia atrás.
- * Doblamos sus rodillas y le dejamos en el suelo en posición de gateo. Quizá siga balanceándose hacia adelante y hacia atrás.