En los meses invernales los casos de gripe se disparan siendo los bebés y niños pequeños los principales transmisores del virus. La gripe es una infección vírica que afecta principalmente a las vías respiratorias y se contagia fácilmente.
Aunque la gripe es fácil de tratar, hay que tener especial cuidado con los bebés de pocos meses ya que tienen mayor riesgo de desencadenar complicaciones como infecciones de oído, bronquitis o neumonía.
Es muy importante que en caso de que creas que tu hijo puede estar enfermo acudas a un médico para que confirme tus sospechas y poder darle el tratamiento más adecuado.
Puede que tu hijo tenga gripe si:
- – Malestar general y dolor muscular.
- – Tiene fiebre alta (más de 38,5 grados).
- – Dolor de cabeza, tos y mocos (al principio será tos seca y congestión que luego evoluciona en tos productiva)
- – En algunos casos puede producir pitidos al respirar.
Es muy frecuente que cuando un niño está enfermo pierda el apetito y esté más irritable, así que no te preocupes y no le agobies con la comida. En cuanto mejoré se recuperará.