“Favorecer la posición de estar sentado a un bebé de una manera segura y con un sostén adecuado por medio de unas sesiones de entrenamiento, puede ayudarle a acceder a una gran variedad de situaciones de aprendizaje»
Ya los niños cerca de los 6 meses y medio cuentan con la ventaja de estar sentados sin respaldo, lo que les facilita alcanzar, agarrar y manipular objetos. Esto permite el no tener que estar concentrados en mantener el equilibrio, con lo cual, su atención puede dedicarse a explorar, ha explicado la doctora Rebecca Woods, profesora de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia, de la Universidad Estatal de Dakota del Norte.
Poder tocar y sujetar los objetos es importante para el bebé, porque es una parte importante del desarrollo cognitivo humano, que incluye capacidades como el pensamiento, la percepción y la memoria, dándoles la posibilidad de entender si el objeto que tienen a la vista es el mismo que han vimos antes o se trata de otro diferente, por eso, se ha comprobado que un retraso en la capacidad de sentarse en los bebés puede hacer que pierdan oportunidades de aprendizaje que pueden afectar a otras áreas de su desarrollo intelectual.
Se vio también que los bebés entre los 5-6 meses que eran ayudados a sentarse, también desarrollaban patrones de diferenciación de objetos.
Estos estudios ponen en evidencia que para los recién nacidos sentarse, tanto por su propios medios como con asistencia, juega un papel significativo en su aprendizaje, y que cuando los bebés que no pueden sentarse por sí mismos reciben un soporte postural mediante asientos infantiles pueden aprender tan bien como aquellos que ya se sientan solos, según la revista científica ‘Science Daily’.