Hay dos grandes tipos de lesiones cutáneas en los más pequeños.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que sale en la piel del bebé, y que tiene por síntomas el picor, las rojeces y la inflamación de la piel. Esta enfermedad en el lactante de hasta 2 años, se puede ver los síntomas en varias partes de su cuerpo como pueden ser las mejillas, el codo, los puños o el mentón. Cuando ya tienen dos años se pueden observar en pliegues de flexión como el cuello, axilas e ingles. Cuando ya sea un adolescente de alrededor de 14 años, las rojeces surgirán en boca, párpado y manos.
Lo normal en esta enfermedad, es que alrededor de un 50% de los niños que la padecen, les desaparezca a los 6 años de edad. Eso no quiere decir, que en ocasiones en su vida en que experimenten un nivel de estrés elevado, no sigan apareciendo marcas rojas en zonas como las manos.
No existe tratamiento efectivo contra esta enfermedad, o por lo menos que dure para siempre. Existen una serie de fármacos que han conseguido bastantes logros. El pediatra es el experto en estos temas, y suelen recomendar que el niño evite ropa de fibra áspera, y que use un jabón de PH neutro. También es recomendable que sequemos al bebé sin frotarle, que le bañemos con agua templada y le apliquemos después una crema. Así aliviaremos los síntomas de esta dermatitis.
El segundo tipo es la dermatitis del pañal. No es tan grave como la primera, pero puede suponer algunos problemas. La causa es que las zonas que cubre el pañal, se ven sometidas a una inflamación y enrojecimiento. Esto si que es propio de casi todos los bebés que usen pañales. Las recomendaciones para evitar o paliar esto son: cambio frecuente en el pañal, limpiarle bien y secarle cuanto antes para ponerle el pañal nuevo y aplicarle al final una crema para aislar el culo del bebé para que este protegido y no se irrite.