Nada más nacer, en la sala de partos, al bebé se le practican una serie de pruebas para comprobar su tono vital. El personal que atiende el parto, observa cómo se encuentra el bebé mediante el test de Apgar, una prueba que determina la vitalidad del recién nacido.
Para que haya unos criterios unánimes de valoración, se miden 5 variables, a las que se da una puntuación de 0, 1 ó 2. La suma de cada variable es el resultado. El test se realiza cuando el bebé tiene un minuto de vida y se repite a los 5 minutos y a los diez. En este test se valora:
- El color del cuerpo
- La frecuencia cardiaca
- La respiración
- El tono muscular
- La respuesta a estímulos.
Profilaxis de la conjuntivitis neonatal
Debido al contacto de los ojos del bebé con las secreciones de la vagina de la madre, a veces puede producirse conjuntivitis. Para ello se aplica un colirio que impedirá el crecimiento de gérmenes. Esto se hará en la misma sala de partos o pocas horas después.
Cura del ombligo
Una vez cortado el cordón umbilical, se aplica al ombligo (donde todavía permanece un trocito de cordón restante unido al bebé con la pinza) únicamente alcohol de 70º alrededor de la base del ombligo. La mercromina puede provocar sensibilización de la piel.
Profilaxis de hemorragias
El bebé tiene poco desarrollados los mecanismos de coagulación de la sangre, ya que su hígado es inmaduro, y tiene poca vitamina K. Para prevenir posibles complicaciones, se administra vitamina K a todos los neonatos, unas veces en gotas, otras en forma de inyección.
Prueba del talón
Se trata de una prueba muy sencilla (obtener unas gotas de sangre del niño, habitualmente pinchándole en el talón) mediante el cual es posible detectar si el niño es portador de alguna enfermedad metabólica de origen congénito.
Oteomisiones
Es una sencilla prueba para descartar la hipoacusia (sordera infantil) Se la realizarán en la clínica, antes de daros el alta. En caso de que esta saliera alterada os informarían debidamente al respecto.