Tras dar a luz, uno de los primeros objetivos de muchas mujeres es recuperar la figura que tenían antes de los nueve meses de embarazo. Pero, es fundamental esperar hasta haber finalizado el periodo de lactancia para iniciar un régimen ya que, mientras estás amamantado, tu cuerpo necesita más energía para mejorar la salud, unas 500 kilocalorías extra, para fabricar leche en la forma adecuada.
• Limita la mayoría de los alimentos ricos en grasa, sobre todo los de grasas saturadas, como los derivados del cerdo (carnes rojas y embutidos en general) y las grasas que añadimos a los alimentos (frituras, aceites, salsas, mantequillas…).
• Evita también los alimentos azucarados y los azúcares simples: caramelos, azúcar blanco de mesa, golosinas, chocolate, tartas y bollería industrial…
• No te decantes por los alimentos pre-cocinados o por la comida rápida como los purés y las sopas de sobre.
• Evita o modera las bebidas alcohólicas y las carbonatadas, los frutos secos y la sal en exceso.
• No te saltes ninguna comida y bebe a diario unos 2 litros de agua, entre horas y con las comidas.
• Haz ejercicio físico para fortalecer los músculos y evitar la flacidez; siempre tras consultarlo con tu médico.
• Utilizar cremas reafirmantes a diario, para ayudar a tu piel a recuperarse.