Todos los cuidados para el bebé o los bebés son pocos. Por eso, una vez pasado el período de lactancia, cuando ya comienzan con el biberón, muchas madres se preguntan hasta cuándo tienen que estar con dándoselo y en qué momento se produce el paso del biberón al vaso.
Aunque no lo parezca, extender el período del uso del biberón puede acarrear más cosas negativas al bebé que positivas, por ejemplo,:
1. Un uso excesivo del biberón aumenta el riesto de caries en los dientes de leche, sobre todo si el niño se duerme con el biberón en la boca. Además, los azúcares que contiene la leche son un caldo de cultivo para bacterias y caries en la boca del pequeño.
2. Favorece la obesidad del pequeño ya que en biberón es más fácil tomar una cantidad mayor de leche que en taza, y esa dosis extra que el niño toma le aporta más calorías.
3. También propicia la aparición de anemia por falta de hierro que se muestra por tres vías: a) al tomar una gran cantida de leche no le quedan ganas de comer otras cosas; b) el biberón disminuye la absorción de hierro que contienen los alimentos y c) porque la leche de vaca puede irritar el intestino y provocar leves pérdidas de sangre a través de las heces.
Así pues, la edad más adecuada para dar el paso del biberón al vaso es a partir del primer aniversario del bebé o bebés. Es la mejor manera de dar un proceso en su evolución y de cuidar, aunque no lo parezca, su salud y nutrición.