Son muchas las nuevas tareas y costumbres que las mujeres tenemos que llevar a cabo cuando nos entereamos de que estamos embarazadas y queremos que todo salga de maravilla y nuestro bebé o bebés nazcan sanos.
Comidas, bebidas, hábitos diarios, etc… pero, ¿qué hay de los padres? ¿Deben realizar algo específico aunque no experimenten un embarazo? Por ejemplo, el ácido fólico.
El ácido fólico es una vitamina del grupo B que se encuentra presente en los vegetales de hoja verde, el hígado y la leche. Cuando una mujer está embarazada debe comenzar, incluso en ocasiones antes de estar embarazada, a tomar alimentos, los mencionados anteriormente, y algunas pastillas de ácido fólico para evitar daños y problemas con la espina bífida.
Según el Centro de Investigación sobre Anomalías Congénitcas (CIAC), del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, si los hombres toman ácido fólico antes del embarazo de la madre, el riesgo de que el bebé tenga anomalías del tubo neural disminuye.
La genética del niño depende un 50 por ciento del padre, por lo que es importante que, además de la madre, el hombre no tenga carencias de esta vitamina.
La deficiencia de ácido fólico tanto por parte de la madre como del padre está relacionada con mayor riesgo de sufrir espina bífida.
Ya veis papás, aunque no os crezca la barriguita desde el momento que estáis embarazados, incluso antes, también debéis poneros manos a la obra y cuidar, en este caso, la alimentación para evitar enfermedades infantiles y proteger así la salud de vuestro hijo.