Entre los 4 y los 6 meses los bebés ya tienen su organismo lo suficientemente maduro como para que ya puedan ingerir otros alimentos que no sea sólo la leche sin que experimenten ningún tipo de alteración gástrica.
Es por eso por lo que durante este período de tiempo, el pediatra aconsejará a la madre que ya comience a introducir cereales sin gluten, necesarios para el crecimiento del bebé. Estos le aportarán las vitaminas, minerales, proteínas y calorías que necesita para completar su nutrición y pueda seguir creciendo de una manera adecuada.
Es muy importante que los primeros cerales que se compren sean cereales sin gluten, por lo que sí podrás prepararle papìllas de arroz, maíz y tapioca. Las de arroz son ideales para niños propensos a diarreas, las de maíz para los estreñidos y las de tapioca para los bebés a los que les cuesta hacer bien la digestión.
Para asegurarte de que le sientan bien, debes comenzar a dárselos muy poco a poco, es decir, colocar un cacito raso en el biberón de la mañana y si ves que todo va bien, otro en el biberón de la noche. Si pasados unos días compruebas que no sufre ningún tipo de reacción ya podrás comenzar a incrementar la dosis.
Para que los acepte sin ningún tipo de problema debes disolverlos muy bien, sin grumos y consiguiendo una textura suave y homogénea. Es posible que se puedan apelmazar, para evitarlo, debéis coger y echar primero la leche templada, luego los cereales, cerrar bien el biberón y agitar muy muy bien.
Al tratarse de una textura homogénea y no líquida como la leche, recuerda cambiar la tetina del biberón por una que tenga un agujero mayor, para que pase bien y sin problemas. Y debéis también recordar que hasta que no se haya acostumbrado por completo a los cereales, no conviene dárselos con cuchara. El biberón es un instrumento que ya conoce y está familiarizado con él y será para los dos más fácil hacerle ingerir los citados cereales.