Cómo evitar que un niño sea fumador en la edad adulta

Investigadores de la Queen Mary University de Londres, Reino Unido, han descubierto que los niños que son meticulosos tienen menos probabilidades de acabar fumando cuando sean mayores, según un estudio publicado en la revista ‘Journal of Epidemiology & Community Health’.

El trabajo ahonda en la idea de que las diferencias de conducta o entre estamentos sociales durante la infancia pueden servir también para explicar las desigualdades en salud durante la edad adulta. Así, se sabe que las personas que forman parte de grupos socioeconómicos más bajos tienen menos esperanza de vida y más problemas de salud que quienes pertenecen a clases más altas.

Y más recientemente, se ha visto que hay determinados rasgos de la personalidad durante la infancia que también se vinculan a determinados hábitos de vida de adultos. De hecho, estudios previos habían demostrado que las personas que son meticulosas, entendiendo como tal la tendencia a ser riguroso, escrupuloso y querer controlarlo todo, podría relacionarse con una mayor esperanza de vida, pero no quedaba claro si podía ser causa o consecuencia de determinadas desigualdades sociales.

Para analizar el papel que puede jugar la meticulosidad en la propensión al tabaquismo, los autores utilizaron datos de un estudio realizado en 1958 en el que midieron esta asociación mediante un cuestionario de personalidad a los 50 años y el análisis de diferentes factores.

En concreto, utilizaron un modelo de regresión logística que tuvo en cuenta la clase social al nacer, la capacidad cognitiva y los problemas de atención y conducta a los 7 años, y la formación académica obtenida durante la edad adulta.

De este modo, vieron que la meticulosidad en la niñez resultó ser un factor predictor significativo sobre el riesgo de fumar a los 50 años, que podría explicar hasta un 5 por ciento del condicionante social que influye en la prevalencia del hábito «con independencia de otros factores», según explican los autores.

Además, vieron que las personas que eran más meticulosas de niños tenían menos riesgo de fumar que quienes sólo lo eran durante la edad adulta, lo que sugiere que este posible factor protector sólo sería tal si se origina en la infancia.

Otros estudios han demostrado que el autocontrol en la infancia es un factor importante para tener mejor salud de adultos, pero todavía siguen sin quedar claros los mecanismos involucrados en este posible efecto protector, de ahí que propongan analizarlos en futuros estudios.

De hecho, admiten que el estudio tiene varias limitaciones, entre ellas que muchos participantes en la muestra utilizada en el estudio no completaron todo su seguimiento.

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