Eso de que los bebés son curiosos y llamativos ante los ojos de cualquier espectador, no hay duda. Pero la realidad es que ellos en sí mismos están llenos de curiosidades… déjate sorprender por tu bebé, seguro que hay cosas que te resultaran desconocidas. En este post veremos algunas curiosidades de estos pequeñines.
– Ojos azules al nacer: Esto lo hemos tratado más a fondo en otro post. Ocurre a la mayoría de los bebés, y se debe a la falta de pigmentación de los ojitos del pequeño. Según pasen los días se podrá adivinar su verdadero color, pero hay que saber esperar.
– Los niños hasta los seis años ríen 300 veces al día, en cambio los adulto solo 60. Se ve que hay mucho que aprender de los pequeños.
– Sin rótulas: Cuando nacen los bebés aún no tienen las piernas completamente formadas: su rótula se desarrollará unos meses más tarde, entre los 6 meses y el año de vida. Por ello no hay que intentar ponerlos de pie.
– Otra curiosidad es que los bebés no tienen mal aliento, ya que al nacer todavía no tienen dientes, que es donde se encuentran las bacterias que lo provocan. Además tampoco sudan, ya que sus glándulas sudoríparas no están del todo maduras, por ello la frase de “hueles como un bebé”.
– Te habrás dado cuenta de que la cabeza de los bebés es proporcionalmente más grande que el resto de su cuerpo. No te preocupes por esto, ya que a esas edades ésta representa un cuarto de su peso total: ¡sólo su cerebro ya supone el 10% de su peso!
– La perdida de pelo en principio no es motivo de preocupación: el pelo con el que nace el bebé (si lo tiene) es muy frágil y puede perderse sólo con el roce de las sábanas.
– Los bebés nacen con la habilidad de nadar y contener la respiración, hasta los 6 o 7 meses su organismo no pierde la adaptación que tenía en el útero para el medio acuático. La capacidad respiratoria del bebé también se desarrolla en otro sentido que le permite, hasta más o menos los 6 meses, respirar y tragar a la vez: ¡muy práctico cuando está mamando!
Disfruta todo lo que puedas esta etapa, ya que crecen muy deprisa, a los seis meses duplican su peso y al año casi lo triplican.