Reforzando las defensas

Sabemos que nuestros bebés son más propensos a contagiarse por los virus y las bacterias, ya que todavía entre sus dos y cuatro años, su sistema inmune sigue siendo poco maduro, y tienden a ponerse malos muchas más veces que un adulto. Sus anticuerpos todavía están generándose, y los agentes externos pueden aprovecharse de ello.

Pero nosotros podemos reforzar sus defensas con una serie de hábitos, haciendo que nuestros pequeños vayan a su ritmo cogiendo un buen sistema inmunológico.

Cuando amamantamos al bebé, está recibiendo nuestras defensas. La leche materna es muy importante, no sólo nutricionalmente, si no también para mejorar su sistema defensivo.

Nunca olvidarnos de su calendario de vacunas, llevarlo al día y que nunca se nos ocurra llevarlo más tarde de lo previsto.

Una dieta equilibrada es un aspecto fundamental para su sistema inmunológico. Tenemos que darle frutas, verduras, legumbres y cereal, que aportarán ácidos grasos, lecitina, arginina, antioxidante (vitamina C como ya vimos el otro día) o minerales.

Hay madres que también encuentran apoyos de otro tipo, que aunque no tengan base científica, son bastante utilizados. Son los productos naturales, que refuerzan también las defensas. Tenemos la jalea real, la equinácea, el ajo o el té verde. La homeopatía también se utiliza concretamente para mejorar y fortalecer el sistema inmune de los bebés. Por último mencionar que algunos médicos recomiendan los llamados fármacos inmunomoduladores.

 

 

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *