No hace mucho que os puse una receta para una deliciosa papilla, pues bien hoy os traigo otra que tiene todavía mejor pinta. Es una papilla de manzana y pechuga de pollo. La podemos preparar para los bebés de a partir de 4 meses, aunque si se la damos a alguno de 2 o 3 tampoco pasa nada, la podéis comer hasta también vosotros, los papás, de lo rica que va a estar.
Sólo necesitamos ademas media manzana (roja o verde es indiferente), 30 gramos de pechuga de pollo y una cucharadita de aceite de oliva. Yo os recomiendo que ampliéis las cantidades, y así podéis guardar bastante papilla para el resto de la semana, así no tendréis que estar cocinando con cada papilla que queráis hacer para el pequeño.
Lo primero de todo que tenemos que hacer, es pelar y trocear la manzana, quitando las semillas si es que las tuviese. Después la vamos a cocer al vapor durante unos 20 minutos, hasta que quede totalmente tierna. Más adelante empezaremos a asar la pechuga de pollo, que también la trituraremos. Cuando la manzana esté lista después de los 20 minutos, la vamos aplastando con un tenedor y lo mezclamos con el pollo, añadiéndole la cucharada del aceite, obteniendo así una masa homogénea de una excelente papilla.