Aún seguimos en invierno y seguimos teniendo cambios constantes en la temperatura, la humedad y el viento. Todo eso sumado al contacto continuo con otras personas, provocan que los bebés tengan mucho más riesgo de padecer resfriados o algún tipo de problemas respiratorios que pueden llegar a ser peligrosos.
Pero tenemos algunos remedios para evitar todo esto, y uno muy fácil y muy accesible, que está dentro de los alimentos, y es la Vitamina C, que tiene muchísimas propiedades beneficiosas que hacen honor a su buena fama.
Entre todas sus características o propiedades podemos decir que fortalece algunas de las defensas del organismo ayudando a controlar algunas infecciones, que es antioxidante, que ayuda a la formación de huesos y tejidos de nuestro cuerpo, mantiene sanas nuestras encías, fortalece los vasos sanguíneos y ayuda en la cicatrización de cortes o heridas que nos hayamos podido hacer.
¿Dónde está? No sólo está en las naranjas o las mandarinas como todo el mundo se piensa, hay un montón de alimentos que contienen esta vitamina y aquí vamos a poner algunos.
– Frutas y verduras con colores fuertes: melón, kiwi, naranja, mandarina, mango, papava, piña, fresas, sandías o melones.
– Vegetales: brocoli, coliflor, pimientos rojos o verdes, espinacas, repollo, nabos, patatas, tomates.
Hay que recordar que todos estos alimentos se pueden complementar con la leche materna perfectamente.