Vamos a ver si podemos responder a esta pregunta, bastante curiosa.
Más o menos cada 28 días, según cada mujer y las condiciones del entorno, un óvulo abandona los ovarios donde estaba refugiado y avanza por la A-6 en dirección hacia el útero. Este órgano, sobre el que actúa el estrógeno, se pone una capa de sangre y diferentes tejidos y engrosa sus paredes, así se prepara para recibir al nuevo visitante (el óvulo viajero) y el posible embarazo.
Si por algún casual pasase por allí un espermatozoide, de esos que tienen los hombres, se va a ir transformando hasta dar lugar a una criatura o bebé. Si el óvulo no se fecunda por nada, no se adhiere a la pared uterina, y el tejido adicional junto al óvulo y algo de sangre, acaba siendo expulsado por la famosa menstruación.
Después de estas clases básicas, parece imposible que coincida regla y embarazo, ya que parece que se excluyen mutuamente. Pero como en todo en la vida, hay excepciones (bastante frecuentes), en las que una mujer puede sangrar y tener un bebé gestándose dentro:
– Pueden existir algunas alteraciones hormonales que provoquen un sangrado en los primeros meses del embarazo.
– También está el sangrado por implantación, que si coincide con la fecha de la menstruación se puede confundir.
– También existe una posibilidad poco frecuente, y es que el óvulo se fecunde durante los 5 días anteriores a la menstruación, es bastante raro, ya que no hay ovulación.
En cualquier caso, para salir de dudas, hay que hacerse la prueba de embarazo.