Parece ser que en todo el planeta 1 de cada 1000 niños nace con sordera, pero que el 80% de todos los problemas auditivos son detectables en cuanto el bebé nace. Mismamente en nuestro país, se diagnostican al año unos 2000 niños con algún tipo de trastorno auditivo, y la mitad de ellos tienen un antecedente familiar cercano con problemas similares. Lo importante de todo esto es la rápida detección e intervención, cuanto antes se haga, mayor sera el éxito en el desarrollo de su posterior lenguaje.
En 2003 en España se creó un Programa de Detección Precoz de la Sordera a nivel público. El programa se basa en que cuando nacen los bebés, se les realiza una serie de pruebas antes de su primer mes vital, y un diagnóstico a los tres meses. Allí es donde se detecta algún tipo de problema de sordera, y si es así, se le va a aplicar a los 6 meses el tratamiento correspondiente. Este programa también es viable en hospitales privados.
Es evidente que estas pruebas solo producen beneficios, y que no causan ningún daño ni molestia al bebé. Se hacen en un hospital y se le pueden hacer hasta cuando está dormido, ya que es una prueba que no requiere respuesta por parte del bebé.
Hay bebés que de antemano podemos detectar si tienen riesgo de padecer algún tipo de trastorno sonoro, ya sea por antecedentes familiares, por algún tipo de infección durante el embarazo o los bebés prematuros.