Los bits de inteligencia, o también llamados flash-cards, son una especie de tarjetitas con dibujos que vienen acompañadas de un estímulo sonoro. Las inventó Glenn Doman, unidas a lo que él denomina método de estimulación temprana, cuyo objetivo es la estimulación del niño para que aprenda los conceptos representados por las tarjetas. Este método mejora la atención, la concentración y la memoria.
La tipología de los bits es muy diversa: pueden ser letras, números, otros idiomas… Incluso desde casa, los padres los podemos personalizar a nuestro gusto.
Ya saliéndonos de este método, los bits pueden ser un juego muy divertido para nuestros bebés, que además están en su momento de explosividad del lenguaje, un momento clave para su desarrollo cognitivo, en el que tienen que conocer un sinfín de nuevas palabras.
Lo importante es que el niño relacione los bits con algo positivo, algo que le encante y con lo que pueda jugar, y así el aprendizaje será un aprendizaje totalmente exitoso. No hay que seguir ningún programa concreto para jugar con ellos, se pueden utilizar según vayamos improvisando, nosotros cuando veamos que el niño está receptivo y quiere jugar pues jugaremos con él, y cuando se canse pues abandonaremos.
Se pueden usar desde para aprender las primeras palabras, que serán conceptos básicos como vaca, coche o libro; hasta la descripción de imágenes usando adjetivos, como decir una mesa azul o una niña triste. Aprenderán también colores, números, idiomas, historias…
Desde luego que son un buen regalo de Navidad, y muy económico o de fácil elaboración.