El invierno trae enfermedades, y más para los más pequeños, que su sistema de defensas está todavía por desarrollar, así que en sus primeros años de vida enfermará varias veces. A pesar de esto, podemos intentar evitarlo en la medida de lo posible. Podemos saber reconocer los primeros síntomas y a como protegerlos de las diferentes enfermedades.
Lo malo es cuando van a las guarderías o a los colegios, que con que haya un solo niño contagiado, es muy probable que el resto empiecen a caer uno a uno. Para evitar esto, y si es tu hijo el que tiene los síntomas, hay que saber cómo detectarlos:
– Temperatura alta (a partir de 36,8 ya nos podríamos preocupar)
– Tos seca y garganta irritada
– Fatiga excesiva
– Diarrea o vómitos
– Temblores
Estos síntomas pueden durar desde tres días hasta dos semanas aunque ya no haya ni fiebre. Si los síntomas persisten, hay que llamar al pediatra. Le haremos caso con la medicación que nos mande.
Consejos para prevenir:
– Lávate tus manos muy a menudo, porque vas a estar tocando a tu bebé en todo momento. Aleja los gérmenes de ti y los alejaras de él.
– Cuantos más lugares públicos evitemos con los recién nacidos, mejor, aunque la tía de pueblo o el del bar de la esquina quiera verlo, es mejor esperar.
– Usa humidificadores y purificadores del aire, así nuestro bebé respirará aire de más calidad.